Ante el telón de fondo de un Nueva York difuminado y abstracto, Gasolina empieza con una sucesión de ráfagas de la vida de Heribert, un pintor en la cumbre de una fama conquistada a codazos. Lo descubrimos un primero de enero, entre las sábanas del lecho de su amante, con la vaga impresión de que, además del año, ha cambiado la mirada con la que observaba el mundo: los objetos y las personas que le rodean se le aparecen cada vez más distantes e injustificables cuanto más distante e injustificablemente se comporta él.
Por primera vez en la vida, pierde las ganas de pintar. Aburrido, se duerme mientras hace el amor. Como un fantasma, se pasea por cócteles y parties -entre sonrisas y palmaditas en la espalda de pintores y marchantes-, descubre que Helena -que es, a la vez, su mujer y su galerista- le engaña con un pintor novato, y se encuentra desarmado a la hora de seducir a una adolescente (y es ella quien lo seduce a él, que se deja hacer, apático). Mientras tanto...
Quim Monzó was born in Barcelona in 1952. He has been awarded the National Award for fiction; the City of Barcelona Award for fiction; the Prudenci Bertrana Award for fiction; the El Temps Award for best novel; the Lletra d'Or Prize; the Catalan Writers' Award; the Maria Àngels Anglada; the Trajectòria; he has also been awarded Serra d'Or magazine's prestigious Critics' Award, four times.
In 2007 he wrote and read the opening speech at the Frankfurt Book Fair. Monzó designed a lecture written as if it was a short story. It differed completely from traditional speeches. Together with Cuca Canals, he wrote the dialogues for Bigas Luna's movie Jamón, jamón. He has also written the musical satire El tango de Don Joan, with Jérôme Savary. He is a regular contributor to the La Vanguardia newspaper.