I read the English translation called Money to Burn after seeing the film version called Burnt Money. The book was kind of a disappointment after seeing the movie. Part of the problem was that the translation was awkward to me at times and hard to follow. The other problem was that I was expecting the book to focus on the relationship between Dorda and Brignone and it really didn't. It was really just a blow-by-blow of the robbery, the two guys hiding out, and then the last few chapters were devoted to the shootout with the police. There were too many secondary characters mentioned in the book when I wanted to focus to stay on Dorda and Brignone. Well, at least the movie was entertaining.
Concebir el delito como una forma de rebeldía. Entender el crimen como un acto de desobediencia cometido por aquellxs a quienes la ley doblega. Ver en cada rostro del hampa la figura de Prometeo, el que roba el fuego, el que asume frente al dios entre los dioses el papel de chivo expiatorio y recibe, por tanto, el castigo en sus entrañas. No cumplir con el destino, no resignarse a la suerte de humilde pobreza y desamparo sobre desamparo a la que los condena la sociedad, asumir el atraco a un transporte de nóminas municipales y todo lo que ocurre luego como una forma de resistencia. Ese es el hado de los personajes que Ricardo Piglia crea en Plata quemada, ese su sino inmarcesible. La odisea de un grupo de marginales que por no tener hogar buscan regresar a la muerte, la muerte heroica de caer con la ametralladora en las manos. De eso se trata esto, y, ¡dios!, ¡qué bueno es leerlo! t El periplo de Mereles, Dorda y Brignone marca la trama de esta novela. Polifónica, dicen las definiciones, lo que significa que está tramada, armada, sobre distintas voces y variados registros narrativos. Sí, es cierto, porque Piglia es un artesano del carajo y puede utilizar el tono periodístico al lado del discurso académico, el estilo indirecto libre a pie juntillas de un testimonio entrecomillado. La pericia técnica no es inesperada en esta hazaña, tampoco el conocimiento de consigue derivar en su planteamiento ético: la idea de que el matón debe ser admirado como una suerte de héroe, porque ha conseguido, pese a todo lo que insiste en negar su existencia como ciudadano de última categoría, destacar como individuo. No, lo inesperado en esta hazaña, al menos para mí y para quienes como yo no hayan leído de Piglia más que un par de novelas antes y parte de su trabajo ensayístico, es la capacidad de tensión que mantiene. Cómo, a través de la forma y la elección estilística, consigue mantener al lector pegado a las páginas. t Claro, hay un factor épico que facilita el enganche. Los últimos capítulos, con el trío atrincherado en un apartamento diminuto, manteniendo a raya a todas las fuerzas policiales a punta de talento callejero, municiones por millares y drogas al kilo, los últimos capítulos son un solo pase de adrenalina. Los pocos contra los muchos. Los guerreros legendarios dispuestos a morir, pero a aguantar mientras tanto todo y un talegado extra. Los trescientos espartanos que en el apartamento de Uruguay son tres solamente, y el contingente de policías persas cuyo único deseo es ver desfilar frente a ellos los cadáveres del enemigo. Piglia caracteriza con precisión, consigue poner nuestra empatía de parte de los criminales sin tener que recurrir a destrozar la que podamos sentir por las fuerzas del orden. Comprendemos la tragedia a ambos lados, comprendemos el absurdo. Esencialmente esto último. El absurdo. Esta es una novela sobre el absurdo. t Pero los personajes no lo saben, no todos, al menos. No lo sabe el periodista Renzi que cubre el caso (aunque empieza, quizás, a intuirlo). No lo saben los testigos. No lo saben los que hacen parte de la red corrupta que filtra la información previa al robo. No lo saben las familias. No lo saben los policías. Lo sabe, tal vez, el comisario Silva. Y lo saben, claro que lo saben, esa trinidad bestial que componen Mereles, y Dorda, y Brignone. Ellos sí lo saben, ellos tienen claro que es ilógico todo, que no tiene sentido que los policías detengan aleatoriamente jovencitos y los golpeen en los sótanos para obtener confesiones que sirvan en informes de eficiencia de las fuerzas, que no tiene sentido que haya empleados públicos que se tardarían cien años en ganar lo que cualquier político gana en una semana, que no tiene sentido nada de eso: el enfrentamiento, las balas, la muerte, la droga, la vida, los buenos, los malos, los inocentes, los culpables… t No tiene sentido. Es absurdo. Por eso, en la mejor escena de toda la novela, terminan quemando el botín. Los millones, los billetes de cien, que llueven sobre la ciudad como mariposas de fuego. Plata quemada. Ceniza. Rebeldía. Decirles a los dioses que no existen. Hurtar el fuego para ver arder el trono. Y morir después. Sin saber que el gesto lo es todo. Sin saber que en esa hoguera queda el último mensaje.
Que el dinero es el único que nunca, nunca, nunca, es inocente.
An engaging true crime novel about four bandits who raid a bank in downtown Buenos Aires, successfully escaping with a substantial amount of cash, killing people.
They remain in a hideout for some weeks, expecting safe passage to New York, however the military police six weeks later, discover their location and surround the hideout. A shootout occurs over many hours. The facts in this novel occurred in two capital cities, Buenos Aires and Montevideo, between 27 September and 6 November 1965.
The author provides engaging descriptions of each bandit, briefly writing about their backgrounds, including realistic dialogue.
Readers who enjoy crime fiction novels and true crime books should find this book a satisfying reading experience.
Una narrativa vertiginosa, trepidante, con una mezcla de recursos que se cruzan en un caos que se corresponde con el desarrollo de la trama. Piglia pasa de la crónica en primera y tercera al recuerdo íntimo de un personaje, pasando por el reportaje de prensa, el testimonio de algún vecino y hasta algunos matices de tragedia griega. La narración ágil, con largas acciones secuenciadas en pequeñas ráfagas de frases, una detrás de la otra, no da respiro y es un espejo del relato que Piglia aborda en la novela. El manejo del lenguaje es preciso y precioso, ya que el lunfardo que utiliza se siente real, necesario, y no un capricho o una pose del escritor, además que, pese a ser un dialecto focalizado y regional, el contexto en que lo enmarca Piglia logra hacerlo de fácil acceso para el lector. Me atrajo mucho la forma en que el autor deja vestigios psicológicos y sociológicos en medio de un relato tan cinematográfico.
No es para nada el tipo de libros que suelo leer, de hecho al inicio me costo bastante tomarle el ritmo a la narrativa, pero conforme avanza me fue intrigando todo el plan de los delincuentes y ver que sucedería, la segunda mitad del libro es muy agil y muy intensa. Me agrado el personaje de el gaucho rubio, es sumamente interesante por toda la locura que tiene en su cabeza. Ahora intentare ver la película para ver que tal esta.
Eu já li quase todos os livros do meu xará o argentino Ricardo Piglia, ficção e não-ficção. O que me fascina em suas história é o casamento perfeito entre o romance policial e a metalinguagem. Algo bem difícil de fazer. Ele tem a mesma desenvoltura para criar personagens com experiências de vida diferentes, sejam marginais ou acadêmicos. E os lançam em tramas cheias de tensão, reviravoltas e com finais sempre intrigantes. Meu romance preferido é Respiração Artificial, em que ele mescla drama familiar, Kafka e Hitler. Mas talvez a melhor introdução ao seu universo seja Dinheiro Queimado. Romance policial mais linear, porém não menos intrigante, passado na Buenos Aires dos anos 60, sobre o assalto a um carro-forte. Foi baseado em um caso real e originou um bom filme.
Tenía añares con ganas de leer a Piglia, pero nunca lo intenté activamente. Como que esperaba que me llegara a la mano y se me empezara a leer solo, o no sé. Y básicamente eso es lo que ocurrió, porque lo encontré en Amazon a un precio que hacía ridículo no comprarlo, y luego llegó envuelto en tanto plástico que ahora era urgente leerlo para desquitar rápido los residuos de un solo uso. En fin, vivimos en tiempos de mucha culpa y yo la asumo absolutamente toda.
A mí las novelas negras, uf, me encantan. No he leído tantas como quisiera, pero siempre las disfruto un montón. Y ésta me recordó mucho Los amigos de Eddie Coyle por el uso del lenguaje, el tipo de personajes, la descripción de los hechos... Pero Plata quemada es, al menos así la siento, mucho más dura, tanto porque se trata de un suceso real como por la cercanía relativa del relato. Es increíble la enorme documentación de Piglia sobre los hechos y sus protagonistas, que le permitió recrear personajes que dan una mezcla rara de terror y ternura. Una locura. Y el Gaucho es un personajazo al que no voy a olvidar nunca 3 (aunque pregúntenme en tres meses y seguro ya se me olvidó, porque ésa es la persona que soy). Voy a buscar más Piglia, ahora sí con ganas.
Avevo aspettative molto alte in quanto subisco molto il fascino dell'argentinità. Questi discendenti di tutta Europa (ma in particolare norditalia) che hanno cercato riscatto e benessere in una terra dagli orizzonti sconfinati e sono stati in grado di produrre musica triste (il tango), libri tristissimi (Sopra eroi e tombe), per non parlare dei governi che si sono dati nella loro storia. Però bellissimi musica e libri, molto meno i governi. Anche Soldi bruciati è la storia di assoluta disperazione: racconta un efferato fatto di cronaca avvenuto a Buenos Aires a metà anni sessanta conclusosi con una carneficina a Montevideo. Presentato come l'omologo sudamericano di A sangue freddo, regge solo parzialmente il confronto in quanto - diversamente dal capolavoro di Capote - non parte da un' analisi dei soggetti in presa diretta, ma da una ricostruzione a trent'anni e più di distanza in base alle cronache dell'epoca. Minore quindi lo scavo psicologico degli irredimibili criminali protagonisti della vicenda, mentre si indugia in modo un po' tarantiniano sul sanguinosissimo epilogo a scapito dell'equilibrio dell'opera. Intatta comunque la fascinazione per l'argentinità, leggerò qualcos'altro di Piglia.
Entretenido, ligero, ameno. Un libro policial, con personajes interesantes que se desarrolla rápido y sin tregua. En un tono mucho menos denso que Respiración Artificial, este libro cuenta el asalto y fuga a un banco de un grupo de argentinos que van de Bs.As. a Montevideo, retratando la psiquis de dispares caracteres, tanto del lado de los asaltantes como el de la policía. Una lectura de verano, una lectura para hacer más ameno el viaje en transporte público y bajarse con una sonrisa en el rostro. Totalmente recomendado.