Community Reviews

Rating(4 / 5.0, 100 votes)
5 stars
35(35%)
4 stars
27(27%)
3 stars
38(38%)
2 stars
0(0%)
1 stars
0(0%)
100 reviews
April 26,2025
... Show More
A surprisingly (and charmingly) unromantic classical romance, and a humdinger if a sequel that very nearly lives up to its lauded predecessor.
April 26,2025
... Show More
20 anni sono passati (non è vero: il romanzo, a puntate, fu pubblicato appena pochi mesi dopo!) e non sono passati senza lasciare una patina di malinconia sui nostri amici. Non sono rimasti in contatto, si sono "persi di vista". Ma non erano inseparabili? Sì, quando erano giovani uomini con il sangue caldo. Hanno trovato un loro posto nel mondo, hanno abbandonato parte dei loro sogni (anche se alcuni covano sotto la cenere). Si ritrovano, complice il cardinale "minore", e non hanno nemmeno le stesse idee politiche. Ma sono ancora amici, ancora i loro cuori battono: "tutti per uno, e uno per tutti" e le loro avventure fuori dalla Francia sono ancora più coinvolgenti di quelle del volume precedente.
Insomma, un saaaaaacco di pagine, a cui forse siamo meno abituati, ma ne vale sicuramente la pena!
April 26,2025
... Show More
Avete mai provato quella sensazione intrisa di un misto di felicità e inquietudine nell’andare incontro ad amici che non vedete da tanto tempo? Felicità per il ritrovamento, inquietudine per la possibilità di trovare qualcosa di sbagliato, o anche più di qualcosa.
E’ con questo spirito che mi sono decisa a leggere ‘Vent’anni dopo’ a distanza di nove mesi dal primo capitolo della rocambolesca saga dedicata ai noti moschettieri. Ero ansiosa di riaprire le pagine di carta a loro dedicate, quasi che la carta potesse ferire o deludere, riportarmi alla vista i miei eroi magari deformati, sicuramente invecchiati, magari non avvincenti come una volta, eppure la curiosità di sapere che ne fosse stato di loro ha vinto sui timori, e così, dopo quattordici intensi giorni di lettura, mi ritrovo a dire che, se I tre moschettieri è bello, Vent’anni dopo ha in sé tutte le carte per rasentare la meraviglia.
E’ come se Dumas, da un anno all’altro, avesse fatto un ulteriore salto di quella qualità di abile narratore ed intrattenitori che già possedeva, come se fosse divenuto più maturo nella capacità di mettere i suoi lettori al corrente delle avventure dei moschettieri che, se pur invecchiati di vent’anni, sono ancora più forti, ancora più tenaci; insomma, su di essi il tempo ha avuto l’effetto che ha sul buon vino che deve invecchiare per raggiungere l’apice del suo percorso saporoso: un effetto di invigorimento.
Per tutta la lettura avventure e intrighi si susseguono sul palcoscenico della Storia che questa volta non vuole come attori protagonisti Richelieu e seguito, ma Giulio Mazzarino, l’odiato cardinale italiano in Francia, Carlo I e Cromwell, un Anna d’Austria invecchiata di vent’anni e prostrata dal suo popolo che le muove guerra. Sono avvenimenti noti a chiunque abbia studiato la storia europea e che intrecciano loro tutti questi illustri personaggi quelli che da Dumas vengono narrati con tanto stile ed enfasi e sotto il fervore della sua penna divengono ancor più coinvolgenti, interessanti, quasi fanno sperare che il valoroso Carlo I non muoia nonostante si sappia benissimo che fine farà la sua testa. Il merito di questa interessante rivisitazione storica è tutto dovuto alla presenza dei nostri incredibili quattro che ancora una volta daranno mostra del loro valore, ma con più spiragli di dubbio ed egoismo rispetto al primo capitolo delle avventure in cui d’Artagnan e seguito sono rappresentanti fin troppo valorosi, quasi disinteressati rispetto ad un proprio ritorno pur di riuscire a salvare gli interessi della regina. Insomma, vent’anni dopo i nostri uomini sono ormai uomini di affari che non esitano a prendere le parti loro convenienti e in questo cambiamento sta tutta la bravura di Dumas: quando uno si aspetta di sapere già tutta la storia, in realtà ancora non ne sa nulla. Colpi di scena, duelli, donne astute e maliziose serpeggiano per tutta una trama che supera le aspettative del lettore già affezionato facendogli capire che non c’era affatto bisogno di inquietudine, ci sono personaggi che non deludono mai. E con questo spirito sognante e colmo di nostalgia per la conclusa lettura mi avvio ad aspettare il momento più adatto per riaprire la partita leggendo Il visconte di Bragelonne. I personaggi non deludono mai, ma staccarsi da essi in maniera definitiva è uno dei drammi che il lettore deve essere in grado di affrontare.
Quindi il nostro per ora non è un addio, ma un arrivederci, capitano d’Artagnan.
April 26,2025
... Show More
Han pasado veinte años desde que cuatro hombres audaces pusieran en juego su destino, su integridad y hasta su propia vida por salvar el honor de la reina de Francia, su reina. Veinte años desde que los espíritus vehementes, salerosos y sedientos de D’artagnan, Athos, Aramis y Porthos (y los de sus lacayos, aunque mitad por convicción mitad por obligación) decidieron tapar los romances de Ana de Austria a cambio de reconocimiento porque en fin ¿por qué no arriesgarlo en nombre de la lealtad?

Y transcurrieron así dos décadas de distancia entre la gloria pasada y el reencuentro de soldados mitad bandido y bandidos con títulos nobles. Es hora de iniciar una aventura nueva, ¡se siente cerca el ímpetu de las mejores épocas! Aunque… probablemente no. Cuando todos esperamos una secuela digna y sin tregua, la versatilidad y los diferentes propósitos de Dumas entregan una dignísima, pero con menos vértigo. Los cambios son un riesgo, pero Dumas es un mosquetero que escribe y sabe de riesgos.

La vida puede no responder a todos por igual pero el tiempo otorga irrefutablemente los frenos de la sabiduría para cualquiera, así sea a distintos ritmos. Un autor con personajes y vida de altibajos nunca dejaría pasar el detalle por alto. Tenemos pues, una parte dos que no busca copiar el éxito pero que respeta sus fundamentos y legado. Atrás quedaron Richilieu y Milady, hoy lo que hay son sus sombras (¿alguien duda que el primer capítulo no lleva ese nombre por casualidad?) pero más importante, se da paso a un nuevo enfrentamiento: el de las ambiciones y metas personales y el de la defensa de las causas, en resumen mucha política.
Athos está establecido con su título de conde, lleva una vida tranquila y un pupilo al que lo une algo más que sus deseos de ser un mentor y que además lo incita a buscar causas justas por el futuro de este. Aramis vive la vida que siempre quiso, sirviendo a la iglesia y acercándose a Dios, el único problema es que, según él, no vive la vida que quiere ni a la que pertenece, eso y sus indomables galanterías. El ostentoso Porthos es todo lo que no era y soñaba, un hombre con propiedades y de envidiable situación económica, se pasea entre servidumbre y aun así se siente incompleto, aburrido. Darty el estabilizador, la brújula de los temperamentos, es el de menos fortuna y mayor frustración, todo este tiempo estancado en la misma posición de la guardia de mosqueteros con injusticia. Bajo distintas circunstancias, todos comparten anhelos, objetivos y esperanzas; preciso para iniciar esta nueva aventura.

Esta claro que los mosqueteros ya no son veinteañeros, aunque Aramis aduciendo a su poca habilidad matemática quiera afirmar lo contrario. Mientras que la lealtad hacia la reina, un personaje siempre insoportable, era el motor de la primera parte, hoy el concepto de lealtad se mantiene pero se cuestiona. Y así es como Dumas introduce su nuevo antagonista, que no, no es Mazarino, no es Mordaunt, no es Cromwell, no es Ana, es la política que mueve el mundo y en especial a ellos que le sirven de títeres. Esto da paso a nuestros mosqueteros y sus lealtades distintas, Aramis y Athos buscan un bien mayor y común. Este último habla de las diferencias entre el monarca legal y el monarca verdadero que guía una nación. Ambos son frondistas, un movimiento que surge del hartazgo y maltrato al pueblo por el egoísmo del cardenal y la reina (el cardenal en aquella época fungía de primer ministro para poner en contexto a los lectores). Mientras tanto Dary y Porthos, esperanzados por mejores cosas y con ambiciones mas personales, buscan el favor de las cabezas de Francia pasando a ser cardenalistas. Ni los Avengers podrían estar tan distanciados y generar tanta expectativa en momentos donde París esta sacudida.

Que difícil y emocionante es ver a mosqueteros enfrentados, que complicado es tolerar que tus personajes respondan humanamente a su falta de satisfacción pero que increíble resultado es cuando se les trata de igual forma en su evolución. Tenemos una secuela más interna, profunda y dicho sea de paso más extensa y pausada. La novela de aventuras pura es ahora una novela histórica cuyo nivel de detalle es comparable a los mejores world building de la fantasía. Dumas es un gran, sino de los mejores editores literarios, pero cuando el editor decide extender su obra a niveles ciclópeos no se puede hacer mucho para combatir lo tedioso. Hay dos opciones o leer la obra con paso calmado y lento al lado de enciclopedias y Wikipedia o tratar de sobrevivir al relleno innecesario que hay y no es un poco. No esta la aceleración del primer libro y aun mochando una tercera parte la novela, mantendría este ritmo pausado, maduro que acelera cuando necesita como lo hace Athos.

Nada de esto quita las virtudes de una segunda parte que nutre más a sus personajes y adiciona muchos otros. ( Planchet, Grimaud, Mostón y Bazin a quienes queremos tanto como a nuestros protagonistas). Momentos inolvidables como el duque Beafourt entrenando a su perro, el reencuentro de Darty y Aramis, el destino de Carlos I, el ascenso de Planchet, y el último careo con Ana en su trono. Comedia de primer nivel, trabajo histórico impecable y aventuras. Son los mismos de siempre, pero han cambiado y con parte de la paciencia adquirida por nuestros cuatro caballeros bandidos seguro que se podrá disfrutar.

P.S. Quiero, no, muero por saber qué será de cada uno. Pocos protagonitas generan un vínculo tan intenso, son pocos también los libros capaces de agotar y exigir de esta forma, y la tercera parte no da señales de ser lo contrario con sus 264 capítulos. No pienso esperar 10 años como el título, pero si tomar un poco de aliento por algún buen tiempo.
April 26,2025
... Show More
Dopo alcuni anni dalla lettura di I tre moschettieri mi sono decisa a risalire a cavallo insieme a D'Artagnan e soci per la loro seconda avventura. Si è trattato di un viaggio non sempre agevole non solo per la mole del libro, ma anche perchè la Storia (sì, proprio quella con la S maiuscola) irrompe prepotentemente nel romanzo e io di Fronda, fazioni e successione al trono nella Francia del '600 ci capisco pochino. Ciò premesso, posso dire di avere apprezzato moltissimo la prima parte in cui ritroviamo uno per volta i quattro moschettieri, ci viene raccontato che ne è stato di loro nei vent'anni trascorsi tra la prima e la seconda avventura, come sono cambiati e quali sono i desideri che non sono ancora riusciti a soddisfare, i loro rimpianti, i tormenti che li turbano. La comparsa in scena di un fantasma dal passato che prende l'aspetto del figlio di Milady dà una spinta all'azione e i nostri eroi salpano per l'Inghilterra di Cromwell e Carlo I, in piena rivoluzione. Sono pagine eroiche, ma anche drammatiche in cui il conflitto politico assume sfumature molto umane che toccano direttamente soprattutto Athos e lo coinvolgono nel suo nuovo ruolo di padre.
La parte che ho apprezzato meno (e che ho fatto più fatica a seguire per ignoranza della storia) è quella del ritorno in Francia, in piena guerra civile tra varie fazioni nobiliari, con la regina e Mazzarino fuggiti da Parigi e tuttavia pure in quest'ultima parte ci sono delle pagine notevoli come quelle relative alla cattura di Mazzarino o il discorsetto di D'Artagnan alla regina per ottenere la liberazione del suo amato cardinale.
E adesso mi manca solo Il visconte di Bragelonne!!!
April 26,2025
... Show More
Dumas was the master of truly getting the reader so involved in the narrative, that we forget we are long past the age of swordplay. As the second volume in the Musketeer collection, Dumas brings us back together with the main characters while focusing on La Fronde, the French Civil War that raged as Louis XIV was coming of age. Athos, Porthos, and Aramis return, along with D'Artagnan of course, and we also see where Dumas is going with the future, as Raoul is introduced.

While the original Three Musketeers will always stand as Dumas's masterpiece, this is a rollicking good time also and very instructive in leading up to the real-world absolute monarchy that the Sun King would create. I think I can still hear the sounds of blades slashing.


Book Season = Spring
April 26,2025
... Show More
This is a wonderful story and only does justice to the original Three Musketeers story. This book is just not a sequel to the story but an excellent continuation of the story. The characters have changed and yet they have remained the same. d'Artangan is still the confident Gascon who has an idea and ambition for everything, Athos is still the loyal, nobel and honest cornerstone of the group, Aramis the loveable playboy who finds himself at odds with his ambitions of the past and desires for the future, and Porthos the loveable and sometimes naive strong-arm. I absolutely loved the struggle that ensued when our heroes found themselves at odds during a Parisian struggle. Held my breath when they were bound together again as living proof of, 'All for one and one for all'. I've learned that abridge version of Dumas' work is nothing more than some cheap and lazy explanation of a wonderful wokr. SO looking forward to reading 'The Man In the Ironmask"...after I buy an extened or rather fuller version.
April 26,2025
... Show More
"-¿Existe acaso un hombre que pudiendo pedir no pida?
-Existe el conde de la Fère; pero el conde de la Fère no es hombre
-¿Pues qué es?
-Un semidiós, señora"

Fue una buena aventura aunque quizás no tan intensa como "Los tres Mosqueteros" sobre todo por los enemigos y el resultado final de sus andanzas. Claro que ha sido muy divertido encontrarse nuevamente con Athos, ahora Conde la Fère, Porthos, señor de Vallon y Aramis caballero d'Herblay.
Nuevamente Dumas introduce a los personajes en los hechos históricos en este caso, la legendaria Revolución de la Fronda que ocurrió en la Francia donde Luis XIII y Richelieu habían muerto y ahora la reina Ana de Austria gobernaba con la ayuda de su amante/ministro Mazarino, italiano y odiado por el pueblo de París que con pretexto de ello se revoluciona con el apoyo de muchos nobles, en esas precarias circunstancias D'Artagnan quien sigue como teniente de mosqueteros luego de veinte años de servicio, será requerido y tratará de reunir a los cuatro otra vez.
Es bueno que todos en general incluso los lacayos conserven sus habilidades y fuerzas como antaño aunque las aventuras en sí son menos interesantes que las primeras, igual también hay un pasaje con el inglés Oliver Cromwell y un enemigo a combatir aunque en mi opinión no reúne tantas maldades ni destrezas como MiLady.
Más que el desarrollo de caracteres gusta las aventuras por las que pasan, las ingeniosas ideas de D'Artagnan tan inteligente como siempre, la caballerosidad en los tratos de los mosqueteros hasta con sus enemigos, muchas de ellas me dieron bastante gracia, el nombramiento de muchos personajes históricos como Carlos I, Luis XIV, El gran Condé, la duquesa de Chevreuse y muchos más que harán que revise bien ese momento histórico para otra oportunidad.
Aunque no con la novedad del primer libro de aventuras igual me ha proporcionado buenos ratos de lectura.
April 26,2025
... Show More
Che dire, amore totale e incondizionato.
Per Dumas, eh. Anche per i suoi eroi, i tre moschettieri + 1, ma sarebbe una poligamia un po’ faticosa portarseli appresso sempre tutti e 4, per soddisfare i diversi bisogni di avventura (Artagnan), cervello (Athos), carne (Aramis) e gola (Porthos).
Perché se ci basiamo sulle dame che si accompagnano ai nostri eroi, non vorrei essere nessuna di loro. La Bonacieux è caruccia ma non troppo sveglia (e neanche l’ostessa successiva), Milady non ne parliamo che Athos sarai pure sveglio e tutto ma ci sei cascato con tutti i piedi, la madame de Chevreuse di Aramis è di molto traffichina, e la povera Madame de Coquenard non fa altro che apparecchiare la tavola!
Che è un po’ l’unico difetto, se proprio vogliamo trovarne uno, della trilogia di D’Artagnan&co: le figure femminili sono tra l’odioso irriconoscente (Anna d’Austria) il malvagio (Milady) e l’inutile (tutte le altre). Mentre i legami di amicizia rifulgono splendendo e illuminando anche il più arido paesaggio sentimental-emotivo. E fanno sì che, pur se in opposte fazioni, la loro solidarietà non venga mai meno.
La storia ci trascina su e giù tra la Francia e l’Inghilterra, entrambe squassate da venti di rivolta verso i regnanti. Qua i frondisti fronteggiano il cardinale (con la c minuscola) e vogliono più potere, provvigioni, soldoni, là un manipolo di puritani cerca di operare a re Carlo I quello che duecento anni dopo faranno al nipote di Luigi XIII. Dumas lancia stoccate politiche a destra e a manca, e non manca di sottolineare la grandezza d’animo dei veri reali (Carlo) e la bassezza degli arrivisti (Mazzarino).
Nel mezzo le avventure, le galoppate, le bevute, le battaglie, le discussioni, le considerazioni dei nostri quattro amici, che si trovano a fronteggiare un nuovo nemico – Mordaunt, figlio di Milady – che aspira alla malvagità assoluta come la madre ma ahimè non ha un briciolo del suo fascino e della sua bellezza. E quindi si salva spesso e volentieri non per i suoi meriti, ma perché a turno hanno pena di lui.
E’ stato bellissimo passare un mesetto in loro compagnia, adesso prendo lo slancio per buttarmi nell’infinito Visconte di Bragelonne (che in realtà son tre libri)
April 26,2025
... Show More
...con quell'aggiunta di gustosa malinconia che me l'ha fatto amare anche più del primo capitolo.
Leave a Review
You must be logged in to rate and post a review. Register an account to get started.