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Tenía 18 años cuando escuché hablar por primera vez de este libro. Había entrado en una carrera que no sabía bien qué era pero de la que esperaba salir conociendo un poco más sobre la mente humana, sobre nuestro comportamiento, sobre temas de debate, en definitiva, sobre todas aquellas asignaturas que habían llamado mi atención. "El libro cumbre de la Criminología, chicos. Debéis aprended los principios que Cesare Beccaria estipula en su libro <>". ¿Qué? ¿Tantos principios para determinar un castigo? Mi mente salía de una burbuja, un micro-cosmos, y se abría un mundo. "-No es la crueldad de las penas uno de los más grandes frenos de los delitos, sino la infalibilidad de ellas." "-No se puede llamar precisamente justa (vale tanto decir necesaria) la pena de un delito cuando la ley no ha procurado con diligencia el mejor medio posible de evitarlo. Perfeccionar la educación constituye el medio más seguro, al mismo tiempo el más difícil, de evitar los delitos." "-La atrocidad de las penas es cuando menos inútil, si no perniciosa, y por tanto las penas deben dulcificarse al máximo." Que un hombre escribiera esto en el año 1764 me sigue dejando helada. Que en la actualidad deberíamos volver a leerlo para recordar, me parece indispensable. Que toda afirmación es relativa y no existe una única certeza lo sabemos todos, pero la historia forma parte de nosotros y está ahí para algo. Saber de dónde venimos para no volver a los mismos errores. ¿A qué aspira el ser humano antes de morir? Ojalá la respuesta fuera siempre: a entender, a conocer, a ser más humano. Por desgracia, esto siempre se nos olvidará, nos cansaremos de desearlo o ni siquiera se nos pasará por la cabeza. Es en estas ocasiones cuando yo siento la necesidad de volver a libros como este, a lugares que me han hecho tener un poco más los pies sobre la tierra, y aunque la esperanza pueda tener mucho de utópico, pienso que más allá del optimismo o el pesimismo con el que se miran las cosas, hay terrenos como los derechos humanos que deben permanecer siempre llanos.