...
Show More
Años que me habían hablado de este libro y años que le había hecho el quite, hasta que vi un capítulo de Doctor House donde Cuddy lo tenía en su velador y al fin me picó la curiosidad. Entonces lo conseguí y liztaylor estaba para empezarlo.
PERO se me ocurrió antes googlear bien a la señora y... no. No me dan ganas de leer libros donde se endiosen a personas que cometieron asesinatos a destajo, así como quien juega a los bolos en una estrategia de juego. Sé que la vida y la historia están llena de conquistas, la gran mayoría sangrientas, y que es probablemente natural (aunque personalmente creo que la tierra al final no es de ningún pueblo en específico porque siempre le está tocando al fortachón de turno), pero igual... demasiada crueldad para mí. Me dan demasiada pena estos hombres originarios ahí siendo masacrados solo porque llegaron después personas que decidieron olímpicamente vivir ahí en vez. Podrían haber compartido la tierra o qué sé yo.
Así que, debut y despedida, jajaja, y ya está borrado de mi kindle, y lo comento aquí porque probablemente no lo leeré nunca, va directamente a mi categoría "nah". Esto sin desmerecer que Isabel Allende escribe súper bien y todo lo demás, solo que NOT MY CUPPA TEA. Tampoco me gusta el género criminal porque también lo encuentro morboso y cruel, y porque también encuentro que en general glorifica al asesino cuando logra pasarse de listo y salir impune. Así que quizá sea cosa mía.
Es que me da pena cuando la gente sufre. Aunque más que eso, cuando no hay moraleja. Cuando, siglos después, todavía una masacre así se considera heroica. La mala costumbre de vanagloriarse por ser capaz de engañar, oprimir o eliminar al otro, si en nuestra consideración las causas lo valen. El fin, para mí, no justifica los medios y todavía menos cuando más encima es hipócrita, porque estos conquistadores justificaban sus actos diciendo que poblaban América para "salvar" al "salvaje" de su "lejanía del Señor" y blabla. O sea, si vas a hacer papilla a civilizaciones enteras, al menos ten la decencia de no echarle la culpa a tu Dios.
Fue asqueroso el manto de sangre que cubrió a casi todos los aborígenes americanos en la conquista española. Y no una guerra justa. No eran iguales. Tenían niveles muy distintos de avances y tecnología. Es casi como si ahora llegaran unos aliens y nos invadieran y luego escribieran libros palmoteándose las espaldas sobre cómo lograron burlarnos y someternos, y lo valientes que fueron por hacerlo. Huácala. Los avances y el intercambio cultural podrían haberse logrado de formas mucho menos traumáticas.... solo que ellos no venían realmente a ello, sino que (con contadas excepciones) al oro fácil.
Ojo, en todo caso, que mi animosidad no va dirigida a la España actual ni a sus habitantes. Eran otros tiempos y el mundo ha cambiado, pero esto es lo que sentí ante la perspectiva de leer este libro.
PERO se me ocurrió antes googlear bien a la señora y... no. No me dan ganas de leer libros donde se endiosen a personas que cometieron asesinatos a destajo, así como quien juega a los bolos en una estrategia de juego. Sé que la vida y la historia están llena de conquistas, la gran mayoría sangrientas, y que es probablemente natural (aunque personalmente creo que la tierra al final no es de ningún pueblo en específico porque siempre le está tocando al fortachón de turno), pero igual... demasiada crueldad para mí. Me dan demasiada pena estos hombres originarios ahí siendo masacrados solo porque llegaron después personas que decidieron olímpicamente vivir ahí en vez. Podrían haber compartido la tierra o qué sé yo.
Así que, debut y despedida, jajaja, y ya está borrado de mi kindle, y lo comento aquí porque probablemente no lo leeré nunca, va directamente a mi categoría "nah". Esto sin desmerecer que Isabel Allende escribe súper bien y todo lo demás, solo que NOT MY CUPPA TEA. Tampoco me gusta el género criminal porque también lo encuentro morboso y cruel, y porque también encuentro que en general glorifica al asesino cuando logra pasarse de listo y salir impune. Así que quizá sea cosa mía.
Es que me da pena cuando la gente sufre. Aunque más que eso, cuando no hay moraleja. Cuando, siglos después, todavía una masacre así se considera heroica. La mala costumbre de vanagloriarse por ser capaz de engañar, oprimir o eliminar al otro, si en nuestra consideración las causas lo valen. El fin, para mí, no justifica los medios y todavía menos cuando más encima es hipócrita, porque estos conquistadores justificaban sus actos diciendo que poblaban América para "salvar" al "salvaje" de su "lejanía del Señor" y blabla. O sea, si vas a hacer papilla a civilizaciones enteras, al menos ten la decencia de no echarle la culpa a tu Dios.
Fue asqueroso el manto de sangre que cubrió a casi todos los aborígenes americanos en la conquista española. Y no una guerra justa. No eran iguales. Tenían niveles muy distintos de avances y tecnología. Es casi como si ahora llegaran unos aliens y nos invadieran y luego escribieran libros palmoteándose las espaldas sobre cómo lograron burlarnos y someternos, y lo valientes que fueron por hacerlo. Huácala. Los avances y el intercambio cultural podrían haberse logrado de formas mucho menos traumáticas.... solo que ellos no venían realmente a ello, sino que (con contadas excepciones) al oro fácil.
Ojo, en todo caso, que mi animosidad no va dirigida a la España actual ni a sus habitantes. Eran otros tiempos y el mundo ha cambiado, pero esto es lo que sentí ante la perspectiva de leer este libro.