...
Show More
Terminar de leer el libro, cerrarlo, abrazarlo contra el pecho. Recordar a ese profesor que te hizo cambiar a esa profesora que despertó algo en ti.
Recordar una a una las caras de tus alumnos, de todas ls alegrías que te dieron. Recordar lo que te encantaba de enseñar. Y, aunque feliz con tu cambio de rumbo, saber que una parte de ti siempre extrañará ser docente.
¡Qué profesión tan preciosa, tan gratificante! Y ¡qué denostada y maltratada está!
Una delicia de historia para la profesora que fui y que siempre seré.
Recordar una a una las caras de tus alumnos, de todas ls alegrías que te dieron. Recordar lo que te encantaba de enseñar. Y, aunque feliz con tu cambio de rumbo, saber que una parte de ti siempre extrañará ser docente.
¡Qué profesión tan preciosa, tan gratificante! Y ¡qué denostada y maltratada está!
Una delicia de historia para la profesora que fui y que siempre seré.