...
Show More
"¿Lo que parece estar diciendo es que 1984 no es más que una transcripción cómica del Londres de fin de la segunda guerra mundial? Bueno, sí." (Anthony Burgess, 1985)
Este es un libro extraño, a mitad de camino entre el ensayo, la novela distópica (o cacotópica, como la llama Burgess, aunque en realidad no es otra cosa que una sátira política conservadora) y la futurología.
Como ensayo, la lectura que hace Burgess del clásico de Orwell es muy interesante y provocadora, además de bien documentada. Ayuda a entender las contradicciones de ese escritor políticamente comprometido con la izquierda y, sin embargo, famoso por haber escrito las dos caricaturas más conocidas del proyecto marxista más grande llevado a cabo en la historia: la URSS. Como dice Burgess, el socialismo inglés de Orwell tenía más de inglés que de socialista.
Como novela, la obra deja mucho que desear; parece escrita un poco a la rápida y con más ánimos de polemista que de novelista
Finalmente, como futurólogo, Burgess nos entrega predicciones más o menos interesantes para la época en que se escribieron, aunque esto más que demostrar su brillantez nos da cuenta de la estupidez humana dispuesta a darse de bruces una y otra vez con los mismos problemas y las mismas ansiedades. Por de pronto, la visión de Burgess, ya conservadora en su tiempo, es análoga a muchas de las posiciones de la extrema derecha actual, la cual, curiosamente y probablemente sin saberlo, ha adoptado la lectura de 1984 que se hace en 1985.
En fin, recomendable solo como curiosidad.
Este es un libro extraño, a mitad de camino entre el ensayo, la novela distópica (o cacotópica, como la llama Burgess, aunque en realidad no es otra cosa que una sátira política conservadora) y la futurología.
Como ensayo, la lectura que hace Burgess del clásico de Orwell es muy interesante y provocadora, además de bien documentada. Ayuda a entender las contradicciones de ese escritor políticamente comprometido con la izquierda y, sin embargo, famoso por haber escrito las dos caricaturas más conocidas del proyecto marxista más grande llevado a cabo en la historia: la URSS. Como dice Burgess, el socialismo inglés de Orwell tenía más de inglés que de socialista.
Como novela, la obra deja mucho que desear; parece escrita un poco a la rápida y con más ánimos de polemista que de novelista
Finalmente, como futurólogo, Burgess nos entrega predicciones más o menos interesantes para la época en que se escribieron, aunque esto más que demostrar su brillantez nos da cuenta de la estupidez humana dispuesta a darse de bruces una y otra vez con los mismos problemas y las mismas ansiedades. Por de pronto, la visión de Burgess, ya conservadora en su tiempo, es análoga a muchas de las posiciones de la extrema derecha actual, la cual, curiosamente y probablemente sin saberlo, ha adoptado la lectura de 1984 que se hace en 1985.
En fin, recomendable solo como curiosidad.