...
Show More
Posesivo, el otro no existe sino amado por el yo poético, que proyecta todo en él. Entiendo que en otro tiempo o para otros lectores pudiera funcionar, tiene algunas imágenes lindas, pero se vislumbra por sobre todo una voz que cree sabérselas todas, y sin embargo la muñeca/niña/estatua, siempre ausente y pasiva, se le vive escapando.