3.5*

No puedo adorar más ese momento en el cual termino un libro y me deja con una sensación que ahora mismo no sabría definir pero que sé que será una historia que quedará marcada en mi ser por siempre. Marina es una de esas historias. Me hizo viajar a una época, hace unos siete años atrás, cuando leí la "Trilogía de la niebla". Esas tres obras hicieron que me reencontrara con ese amor por los libros que años atrás había desaparecido. Por eso, a día de hoy le debo mi pasión por leer a Zafón y estos días me lo ha vuelto a recordar con Marina.
Se trata de una historia cautivadora donde amor, misterio y pasado se juntan en una mezcla perfecta para hacer disfrutar de la lectura. Aunque sea de un estilo parecido a sus anteriores novelas juveniles pertenecientes a la "Trilogía de la niebla", es un punto de inflexión y madurez que precede a lo que sería su gran primera obra adulta "La sombra del viento" (que tengo intenciones ya de releer).

No sé si es porque ya he leído todo lo del autor (que es de mis favoritos), pero se me ha hecho demasiado predecible por fórmulas que ya he visto en otras de sus obras. Sin embargo, es una novela muy bella, con una buena dosis de suspenso y una narrativa maravillosa, así que la recomendaría como un thriller juvenil o para quienes no conozcan mucho del escritor aún.

Lo primero que les voy a contar es que este libro está escrito de una manera fantástica y tiene muchas frases hermosas.

Esta historia se ubica en Barcelona en 1980. Todo comienza con Oscar Drai un joven que estudia en un internado y en una de sus escapadas conoce a Marina, de esta manera empiezan sus aventuras por las calles de Barcelona, donde se van a encontrar con muchos personajes siniestros y aterradores del presente que cargan muchos errores del pasado.

En algunos momentos tuve miedo, algunos personajes arrastran historias del pasado aterradoras, pero lo principal que hay que rescatar es la amistad, el amor y la lucha constante por hacer lo correcto.

Nos enseña a que no debemos juzgar, pues no sabemos la desesperación que cada uno carga. Que debemos apreciar cada minuto de nuestros días y a valorar a las personas que amamos. Y por último les voy a decir que el final me destrozó el corazón, ya quiero leer las siguientes obras de este escritor.

“Nuestro cuerpo empieza a destruirse desde que se nace. Somos frágiles. Criaturas pasajeras. Cuanto queda de nosotros son nuestras acciones, el bien o el mal que hacemos a nuestros semejantes”.