We couldn't imagine the inner void of a human being who would bring a razor to their wrist and open their veins: the void and the calm. And we had to smear our muzzles in their final traces, muddy footprints on the floor, kicked-open trunks, forever breathe the air of the rooms where they killed themselves. In the end, it didn't matter how many years they had, or that they were girls, but only the fact that we had loved them and that they hadn't heard our call; they don't even hate us now that we are up here, in the tree house, with tousled hair and a bit of a belly, and we call them to come out of the rooms where they went to find eternal solitude, the solitude of suicide, which is deeper than death, the rooms where we will never find the pieces to put them back together.
"When she jumped, she probably thought she'd fly."
"It didn't matter in the end how old they had been, or that they were girls, but only that we had loved them, and that they hadn't heard us calling, still do not hear us, up here in the tree house with our thinning hair and soft bellies, calling them out of those rooms where they went to be alone for all time, alone in suicide, which is deeper than death, and where we will never find the pieces to put them back together."
Me habían advertido que lo de Eugenides era cosa seria. Que cuando leías sus novelas te sentías parte de ellas, con una sensación de empatía indirecta, fría e incómoda. Bueno, a todos los que me dieron eso, les digo que me sentí igual que ustedes, como todo un personaje más de la trama. Gracias por el dato, fellas.
Lo más atractivo de la novela es la trama, el estilo y la narración. No los personajes, no el entorno, no los acontecimientos posteriores, no. De hecho, de una u otra manera, te cuentan el final en la primera página. Y me gusta, ya que el autor es valiente, se aventura y toma riesgos. Lo cual le hace el trabajo más difícil, ya que mantener al lector enganchado es más complicado.
Como la sinopsis refleja a la perfección, “Las vírgenes suicidas” sigue la historia detrás de la familia Lisbon. Conformada con los tiránicos padres, Mr y Mrs Lisbon y las cinco hermanas. La novela comienza con la muerte (suicidio) de la última hermana Lisbon, lo cual, a través de un racconto, volvemos a la historia de la primera hermana Lisbon en cometer suicidio. ¿Por qué lo hará? Esa es la pregunta que el lector tiene a lo largo de la novela.
Como había dicho anteriormente, el otro aspecto muy positivo de la novela fue la manera en que creó la narración de la historia. Con una primera persona plural, no-omnisciente, digamos mejor, “testigo tímido”, Eugenides te hace un narrador más de la historia, y eso, déjenme decirles, está cool. Es interesante, porque el grupo de narradores son unos hombres que están recordando su adolescencia en donde conocieron (muy de cerca) a las hermanas Lisbon.
Sin embargo, sentí que la novela del autor estadounidense tuvo un problema de conexión y de desarrollo de trama. Aunque la trama general está buena, la mal desarrolló. Mal desarrollada porque al principio de la novela el ambiente es muy gris y opaco, con una intriga muy potente, la cual le da vida a la novela. Pero el final de la historia, además de brusco y sin sentido, no siguió la línea que Eugenides había trazado desde el principio y a lo largo de toda la novela.
En conclusión, lo creado por Eugenides es una novela que se lee muy rápido (un día en mi caso), con una pluma increíblemente pulida y con un contenido valórico muy potente. Refleja el tema de las apariencias, las cuales a veces nos pueden engañar dejándonos un sabor muy amargo en nuestra vida. También habla de la muerte, de las heridas (quizás crónicas) que deja, y como un conflicto familiar mal tratado, puede explotar de la peor forma posible. Una lectura amena e inquieta, la cual sin duda llamará tu atención. Recomendable.