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n Aquí abajo no flota nadie; todos se pudren sobre el asfalto.n
Puede que el mejor principio que ha escrito King hasta la fecha. Brutal, repleto de enfoques diferentes, ritmo que te dejaba pegado a la silla y, lo importante, unos personajes complejos con historias para enmarcar (con una degeneración progresiva de sus mentes al mismo ritmo que el olor a muerto va poblando el país), siendo la del músico cocainómano la más destacable, y, como personaje, Harold, ese adolescente desagradable que parece tener la respuesta a todo. Además, hay muchos personajes, y todos son muy peculiares aunque solo aparezcan en unas pocas páginas, que son como tributos a películas, etc. (el propio King lo "dice" durante el texto), lo cual dio mucha vida a la segunda parte de este tomo.
King elocuente y envolvente a más no poder. No se hizo para nada pesado aunque fue decayendo un poco (el principio es demasiado bueno) por, a mi entender, el exceso de paja, como siempre.
¿El final? ¿Agridulce? Hay un salto temporal. Unos personajes se han reunido demasiado rápido desaprovechando el potencial brutal de un sordomudo y un "subnormal" juntos. Otros hace como 400 páginas que no aparecen y eso que se habían salvado de milagro (King sabe como enganchar después de dejar agonizando y en toda la desesperación a un personaje; pero bueno, aún queda otro tomo con cientos de páginas...). ¿Y la introducción de algo maligno de carácter sobrenatural, la abuela con la guitarra? ¿A dónde va todo esto? Es curioso y deja gran intriga porque puede significar el fracaso total o el éxito de las próximas 1200 páginas. Por otra parte, las últimas páginas son BRUTALES PSICOLÓGICAMENTE explicando una teoría pseudocientífica que devuelve toda la atención y es un punto y final muy adecuado para continuar leyendo.
Puede que el mejor principio que ha escrito King hasta la fecha. Brutal, repleto de enfoques diferentes, ritmo que te dejaba pegado a la silla y, lo importante, unos personajes complejos con historias para enmarcar (con una degeneración progresiva de sus mentes al mismo ritmo que el olor a muerto va poblando el país), siendo la del músico cocainómano la más destacable, y, como personaje, Harold, ese adolescente desagradable que parece tener la respuesta a todo. Además, hay muchos personajes, y todos son muy peculiares aunque solo aparezcan en unas pocas páginas, que son como tributos a películas, etc. (el propio King lo "dice" durante el texto), lo cual dio mucha vida a la segunda parte de este tomo.
King elocuente y envolvente a más no poder. No se hizo para nada pesado aunque fue decayendo un poco (el principio es demasiado bueno) por, a mi entender, el exceso de paja, como siempre.
¿El final? ¿Agridulce? Hay un salto temporal. Unos personajes se han reunido demasiado rápido desaprovechando el potencial brutal de un sordomudo y un "subnormal" juntos. Otros hace como 400 páginas que no aparecen y eso que se habían salvado de milagro (King sabe como enganchar después de dejar agonizando y en toda la desesperación a un personaje; pero bueno, aún queda otro tomo con cientos de páginas...). ¿Y la introducción de algo maligno de carácter sobrenatural, la abuela con la guitarra? ¿A dónde va todo esto? Es curioso y deja gran intriga porque puede significar el fracaso total o el éxito de las próximas 1200 páginas. Por otra parte, las últimas páginas son BRUTALES PSICOLÓGICAMENTE explicando una teoría pseudocientífica que devuelve toda la atención y es un punto y final muy adecuado para continuar leyendo.