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Esta nueva trilogía, basada en la figura de Mina y el resurgir de los dioses, no tiene la frescura ni la intensidad de las anteriores.
En esta historia comienzan las luchas por el poder entre los dioses, una vez que Takhisis ha desaparecido y estos han vuelto a Krinn. Mina ahora se ha entregado al dios de la muerte en su afán por conquistar el mundo.
Resulta algo reiterativo y cansino. Veremos cómo sigue, porque lo que si que es cierto es que las novelas siguen siendo extensas y pueden llegar a cansar. De momento seguiré con el siguiente volumen de la trilogía, más por fidelidad a la saga Dragonlance que por el interés de esta trilogía; todo sea dicho.
En esta historia comienzan las luchas por el poder entre los dioses, una vez que Takhisis ha desaparecido y estos han vuelto a Krinn. Mina ahora se ha entregado al dios de la muerte en su afán por conquistar el mundo.
Resulta algo reiterativo y cansino. Veremos cómo sigue, porque lo que si que es cierto es que las novelas siguen siendo extensas y pueden llegar a cansar. De momento seguiré con el siguiente volumen de la trilogía, más por fidelidad a la saga Dragonlance que por el interés de esta trilogía; todo sea dicho.