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Reseña en 5 minutos y al dictado
*2.5
Mi opinión se resume en tres palabras: se deja leer. Sin más.
Graham Greene nos presenta en esta obra las zancadillas que le pone la vida a un protagonista aparentemente incorruptible y devoto de Dios. La trama, aunque en algún momento me llegó a despistar por pensar que el libro tomaría otros derroteros, se centra completamente en dilemas morales, asuntos de fe y demás entresijos del ser humano.
Me gustan mucho las obras que tratan de temas éticos, pero en este caso las digresiones sobre comulgar sin confesarse o condenarse si uno se suicida y demás tribulaciones que a mí me suenan a catolicismo trasnochado… me han llegado a parecer un tostón.
Si se ha dejado leer, ha sido sobre todo por la buena pluma del autor, que ofrece párrafos memorables, y por esa ambientación de calor pegajoso que lo acaba envolviendo todo, al parecer basada en las vivencias del autor en Sierra Leona, aunque con algunas cucarachas de visita podría haber sido el comedor de mi casa a 30°C en estas tardes del mes de julio.
P.S. Leer este libro en compañía de otros viajeros lectores por el mundo me ha facilitado la lectura e incluso el haberme fijado en pasajes como el capítulo final, al que le encontré el significado en una segunda lectura tras escuchar sus comentarios, pues supongo que entre el tostón de algunos pasajes y el calor de mi comedor de Sierra Leona mi mente ya no captaba nada.
Si vuelvo a repetir en algún momento con Graham Greene será con otro tipo de obra.
*2.5
Mi opinión se resume en tres palabras: se deja leer. Sin más.
Graham Greene nos presenta en esta obra las zancadillas que le pone la vida a un protagonista aparentemente incorruptible y devoto de Dios. La trama, aunque en algún momento me llegó a despistar por pensar que el libro tomaría otros derroteros, se centra completamente en dilemas morales, asuntos de fe y demás entresijos del ser humano.
Me gustan mucho las obras que tratan de temas éticos, pero en este caso las digresiones sobre comulgar sin confesarse o condenarse si uno se suicida y demás tribulaciones que a mí me suenan a catolicismo trasnochado… me han llegado a parecer un tostón.
Si se ha dejado leer, ha sido sobre todo por la buena pluma del autor, que ofrece párrafos memorables, y por esa ambientación de calor pegajoso que lo acaba envolviendo todo, al parecer basada en las vivencias del autor en Sierra Leona, aunque con algunas cucarachas de visita podría haber sido el comedor de mi casa a 30°C en estas tardes del mes de julio.
P.S. Leer este libro en compañía de otros viajeros lectores por el mundo me ha facilitado la lectura e incluso el haberme fijado en pasajes como el capítulo final, al que le encontré el significado en una segunda lectura tras escuchar sus comentarios, pues supongo que entre el tostón de algunos pasajes y el calor de mi comedor de Sierra Leona mi mente ya no captaba nada.
Si vuelvo a repetir en algún momento con Graham Greene será con otro tipo de obra.