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Desearía haber escrito yo este libro. Gracias a mi profesora de HdA de segundo de bachillerato por hacerme adorar su asignatura y haberme recomendado este libro. No conocía a la autora, pero adoré la historia y me vi la película poco después. No sabía que los libros se podían vivir a través de todos los sentidos, dejando de lado la obviedad del sentido de la vista, hasta que leí esta joya.
Lo que más he disfrutado de esta novela es que da un sentido a la mirada de la joven que aparece en el cuadro. Me gusta que la autora utilice la ambigüedad de la obra para crear toda la historia, y para darle un sentido. Gracias a esta historia y TSHOEH empecé a adorar la ficción histórica; la novela gana muchísimo gracias a lo bien informada que la autora está acerca de la pintura de aquel tiempo, de cómo se construyen las escenas, se crean las pinturas, el uso de la cámara oscura, etc. Me quedo con esas pinceladas y con una historia que es entretenida y fácil de leer.
Griet es una joven discreta, observadora, inteligente y fuerte. Sabe cuándo es el mejor momento para el silencio, la verdad o un cumplido oportuno y no se deja mangonear ni engañar. Sin embargo, sentía a través de las páginas que había tensión entre ellos dos. Reconozco que me hubiera gustado otro final distinto (aunque lloré con el del libro), pero la sociedad de entonces no era justa. También eran de religiones diferentes, por lo que era prácticamente imposible.
Siempre me he sentido muy curiosa sobre este cuadro y la novela me abrió la mente a miles de posibles historias detrás de este cuadro.
La lectura es muy amena y sencilla. No tiene términos muy complejos de pintura. El retrato de la ciudad es claro, sin caer en demasiadas descripciones.
Lo que más he disfrutado de esta novela es que da un sentido a la mirada de la joven que aparece en el cuadro. Me gusta que la autora utilice la ambigüedad de la obra para crear toda la historia, y para darle un sentido. Gracias a esta historia y TSHOEH empecé a adorar la ficción histórica; la novela gana muchísimo gracias a lo bien informada que la autora está acerca de la pintura de aquel tiempo, de cómo se construyen las escenas, se crean las pinturas, el uso de la cámara oscura, etc. Me quedo con esas pinceladas y con una historia que es entretenida y fácil de leer.
Griet es una joven discreta, observadora, inteligente y fuerte. Sabe cuándo es el mejor momento para el silencio, la verdad o un cumplido oportuno y no se deja mangonear ni engañar. Sin embargo, sentía a través de las páginas que había tensión entre ellos dos. Reconozco que me hubiera gustado otro final distinto (aunque lloré con el del libro), pero la sociedad de entonces no era justa. También eran de religiones diferentes, por lo que era prácticamente imposible.
Siempre me he sentido muy curiosa sobre este cuadro y la novela me abrió la mente a miles de posibles historias detrás de este cuadro.
La lectura es muy amena y sencilla. No tiene términos muy complejos de pintura. El retrato de la ciudad es claro, sin caer en demasiadas descripciones.