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Libro importante en la antigüedad, pero obsoleto en nuestro presente.
En realidad 1,8
Cuando inicié en este mundo de escribir reseñas en Goodreads, solía impresionarme mucho por aquellos lectores que, recién finalizada su lectura, ya tenían en menos de veinticuatro horas un texto súper largo sobre su opinión, análisis, etc., de su experiencia. Recuerdo que pensaba constantemente algo parecido a «¿Cómo pueden organizar tan rápido sus ideas? Son unos profesionales». Y por ello, quizás para intentar hacer algo similar, en ese tiempo empecé a escribir unas reseñas —si se le pueden llamar así— rarísimas que no tenían orden, sentido, ni propósito. En ese tiempo recuerdo que leía Harry Potter, y me sentía tan presionado por escribir una reseña antes de marcar el libro como «leído», que tardaba mucho en comenzar la próxima lectura; sentía que si no escribía algo de inmediato se me olvidaría todo lo que podría expresar en ese instante. Sin embargo, fue en esos tiempos, cuando leyendo las reseñas de una chica española muy agradable llamada Elena Rodríguez (Si alguna vez lees esto te doy mis infinitas gracias por inspirarme), observé que ella usaba unas palabras mágicas que le permitían darse tiempo de escribir con calma lo que tuviera que expresar; esas palabras eran «Reseña completa más adelante». Aquellas palabras me inspiraron y me hicieron replantear la forma cómo escribía, y por ello, siguiendo su ejemplo, desde entonces también las uso y cambié mi método de hacer reseñas: ahora prefiero tomarme el tiempo necesario —a veces seis meses— para escribir con paciencia, neutralidad y cordura lo que en verdad pienso de un libro. He preferido ser lento pero cauto. ¿Cómo hago para no olvidar nada si ha pasado tanto tiempo? Muy sencillo, realizo anotaciones de mis sensaciones. ¿Y por qué cuento esta historia específicamente en la reseña de este libro? Pues bien, esto lo hago porque de no ser por este método, la reseña de este libro sería completamente tóxica debido a la insatisfacción tan grande que sentí recién finalizada mi lectura, pero ahora, han pasado los meses, y ahora sí me siento con la capacidad de escribir con neutralidad sobre una historia que aunque, ya no tiene utilidad en nuestros tiempos, no merece que la condenen o la destruyan como hace unos meses pensaba hacer.
El arte de la guerra es un libro directo, escrito como un manual de televisor, que instruyó a sus contemporáneos sobre lo que se tenía que saber al momento de enfrentar una guerra. Literalmente dice algo como «Si te ocurre X situación, entonces haz Y solución», «Un buen comandante es quien XXX, un mal comandante es quien XXX». Así, simple, sencillo, sin misterio, lo dice en el lenguaje más básico posible para que el futuro aprendiz de la guerra lograra interpretar sin dificultad cada uno de los consejos mencionados. La información es demasiado primitiva, pero teniendo en cuenta que el libro tiene más de dos mil años de antigüedad y que en ese tiempo eran muy privilegiados los que sabían leer, entonces este libro pasa de ser un texto obsoleto en nuestra actualidad, a un texto antiguo de gran valor para nuestros antepasados, que lograron sobrevivir y vencer a sus enemigos gracias a un pequeño libro como este. Este libro lo debieron leer muchísimos comandantes, reyes y sinfín de personas con un vasto poder, y por libros como este cambió la historia del mundo. Es decir, en nuestra actualidad puede parecer un libro que no sirve para nada, pero en el pasado fue un texto que cambió los acontecimientos de nuestra sociedad. Un libro así es absurdo criticarlo, no tiene sentido hacerlo. Es como si juzgáramos con nuestro «yo adulto», a las primeras tareas que nos dejaron en nuestra niñez. Es muy diferente el nivel de educación, por lo que es bastante irrespetuoso desprestigiar algo, solo por tener el beneficio de tener una mejor formación. ¿Ahora entienden por qué decía que las palabras «Reseña completa más adelante» cambiaron mi estilo completamente? Esta perspectiva nunca la pensé hace unos meses.
A pesar de que mencioné que el libro no tiene ninguna utilidad para nosotros, puede que en el fondo sí. Si eres una persona que quiere escribir una historia, y en ella piensas planear una guerra, pues este libro te cae como anillo al dedo porque podrás aprender a realizar una gran ambientación de aquellas escenas. El lector te lo agradecerá porque aquellas batallas parecerán más lógicas, más reales, y de esa forma las escenas te quedarán increíbles. También, este libro, podría ayudarnos a comprender mejor las guerras del pasado, aprendiendo a interpretar los resultados de dicho evento y comprendiendo mejor el motivo por el que se tomó la decisión de atacar, huir, etc. ¿En qué momento X o Y país perdió la guerra? ¿Fue por atacar? ¿Fue por la insurrección de sus filas? ¿Fue por falta de carácter de su comandante? Todo eso podremos empezar a analizarlo como una partida de ajedrez, observando jugada tras jugada hasta el momento en que todo finaliza con el inevitable jaque mate. Con este libro he aprendido que las guerras en el pasado no eran tan épicas y deseadas como lo describen en la televisión, sino que justamente era lo contrario. Las mejores guerras eran las que no se comenzaban, las que se ganaban sin derramar una gota de sangre. Conclusión que me hace entender que esas guerras son las que libran actualmente los gobiernos y países cada día: Atacar sin atacar, debilitar al enemigo con multas y partidarios en contra, controlar la economía del mundo con la posesión de los recursos, controlar y controlar. O, si por el contrario, lo que buscas en este libro es una enseñanza para tu vida, la única que podrás hallar es que cada problema que enfrentas es una guerra, y que de tus capacidades, decisiones y equilibrio mental, dependerá la resolución de cada uno de ellos. Cada uno combate una guerra interna, por lo que aprendiendo a analizar a nuestros enemigos secretos, posiblemente podremos encontrar estrategias que nos volverán vencedores de cada batalla que debamos luchar.
No puedo negar que cuando recién finalicé quedé completamente insatisfecho, sentí que me había equivocado de lectura, y que este libro no servía para nada: Y en partes es verdad. Naturalmente las expectativas han jugado en mi contra porque siendo completamente honesto esperaba otro tipo de libro. Yo esperaba un libro más interesante, con algo de historia, no sé quizás algún personaje, pero mi falta de investigación sobre este libro me llevó a la completa frustración por lo que es realmente esta obra. El arte de la guerra no se debe leer con el objetivo de buscar una historia en sí —como cualquier otro libro— sino se debe hacer con cero expectativas, sin un objetivo claro, y comprendiendo que esto solo es un texto antiguo, que por arte de magia no desapareció con el paso del tiempo. No es un libro indispensable de leer, es más como un recuerdo de la humanidad, del patrimonio que nuestra raza ha venido dejando con el paso de las generaciones. ¿Recomiendo el libro? A pesar de las mencionadas posibles utilidades de este libro en la actualidad, la verdad no lo recomiendo. Si quieres aprender sobre la guerra, posiblemente hay cien fuentes de información más útiles actualmente, que este pequeño texto antiguo. Mi calificación de dos estrellas refleja justamente lo que he vivido: Una obra que no me ha gustado, pero que en el pasado fue importante; ya no lo es, pero sí lo fue. En la actualidad solo es un recuerdo, una prueba más de nuestra historia, nada más que ello. Libro no recomendado.
En realidad 1,8
Cuando inicié en este mundo de escribir reseñas en Goodreads, solía impresionarme mucho por aquellos lectores que, recién finalizada su lectura, ya tenían en menos de veinticuatro horas un texto súper largo sobre su opinión, análisis, etc., de su experiencia. Recuerdo que pensaba constantemente algo parecido a «¿Cómo pueden organizar tan rápido sus ideas? Son unos profesionales». Y por ello, quizás para intentar hacer algo similar, en ese tiempo empecé a escribir unas reseñas —si se le pueden llamar así— rarísimas que no tenían orden, sentido, ni propósito. En ese tiempo recuerdo que leía Harry Potter, y me sentía tan presionado por escribir una reseña antes de marcar el libro como «leído», que tardaba mucho en comenzar la próxima lectura; sentía que si no escribía algo de inmediato se me olvidaría todo lo que podría expresar en ese instante. Sin embargo, fue en esos tiempos, cuando leyendo las reseñas de una chica española muy agradable llamada Elena Rodríguez (Si alguna vez lees esto te doy mis infinitas gracias por inspirarme), observé que ella usaba unas palabras mágicas que le permitían darse tiempo de escribir con calma lo que tuviera que expresar; esas palabras eran «Reseña completa más adelante». Aquellas palabras me inspiraron y me hicieron replantear la forma cómo escribía, y por ello, siguiendo su ejemplo, desde entonces también las uso y cambié mi método de hacer reseñas: ahora prefiero tomarme el tiempo necesario —a veces seis meses— para escribir con paciencia, neutralidad y cordura lo que en verdad pienso de un libro. He preferido ser lento pero cauto. ¿Cómo hago para no olvidar nada si ha pasado tanto tiempo? Muy sencillo, realizo anotaciones de mis sensaciones. ¿Y por qué cuento esta historia específicamente en la reseña de este libro? Pues bien, esto lo hago porque de no ser por este método, la reseña de este libro sería completamente tóxica debido a la insatisfacción tan grande que sentí recién finalizada mi lectura, pero ahora, han pasado los meses, y ahora sí me siento con la capacidad de escribir con neutralidad sobre una historia que aunque, ya no tiene utilidad en nuestros tiempos, no merece que la condenen o la destruyan como hace unos meses pensaba hacer.
El arte de la guerra es un libro directo, escrito como un manual de televisor, que instruyó a sus contemporáneos sobre lo que se tenía que saber al momento de enfrentar una guerra. Literalmente dice algo como «Si te ocurre X situación, entonces haz Y solución», «Un buen comandante es quien XXX, un mal comandante es quien XXX». Así, simple, sencillo, sin misterio, lo dice en el lenguaje más básico posible para que el futuro aprendiz de la guerra lograra interpretar sin dificultad cada uno de los consejos mencionados. La información es demasiado primitiva, pero teniendo en cuenta que el libro tiene más de dos mil años de antigüedad y que en ese tiempo eran muy privilegiados los que sabían leer, entonces este libro pasa de ser un texto obsoleto en nuestra actualidad, a un texto antiguo de gran valor para nuestros antepasados, que lograron sobrevivir y vencer a sus enemigos gracias a un pequeño libro como este. Este libro lo debieron leer muchísimos comandantes, reyes y sinfín de personas con un vasto poder, y por libros como este cambió la historia del mundo. Es decir, en nuestra actualidad puede parecer un libro que no sirve para nada, pero en el pasado fue un texto que cambió los acontecimientos de nuestra sociedad. Un libro así es absurdo criticarlo, no tiene sentido hacerlo. Es como si juzgáramos con nuestro «yo adulto», a las primeras tareas que nos dejaron en nuestra niñez. Es muy diferente el nivel de educación, por lo que es bastante irrespetuoso desprestigiar algo, solo por tener el beneficio de tener una mejor formación. ¿Ahora entienden por qué decía que las palabras «Reseña completa más adelante» cambiaron mi estilo completamente? Esta perspectiva nunca la pensé hace unos meses.
A pesar de que mencioné que el libro no tiene ninguna utilidad para nosotros, puede que en el fondo sí. Si eres una persona que quiere escribir una historia, y en ella piensas planear una guerra, pues este libro te cae como anillo al dedo porque podrás aprender a realizar una gran ambientación de aquellas escenas. El lector te lo agradecerá porque aquellas batallas parecerán más lógicas, más reales, y de esa forma las escenas te quedarán increíbles. También, este libro, podría ayudarnos a comprender mejor las guerras del pasado, aprendiendo a interpretar los resultados de dicho evento y comprendiendo mejor el motivo por el que se tomó la decisión de atacar, huir, etc. ¿En qué momento X o Y país perdió la guerra? ¿Fue por atacar? ¿Fue por la insurrección de sus filas? ¿Fue por falta de carácter de su comandante? Todo eso podremos empezar a analizarlo como una partida de ajedrez, observando jugada tras jugada hasta el momento en que todo finaliza con el inevitable jaque mate. Con este libro he aprendido que las guerras en el pasado no eran tan épicas y deseadas como lo describen en la televisión, sino que justamente era lo contrario. Las mejores guerras eran las que no se comenzaban, las que se ganaban sin derramar una gota de sangre. Conclusión que me hace entender que esas guerras son las que libran actualmente los gobiernos y países cada día: Atacar sin atacar, debilitar al enemigo con multas y partidarios en contra, controlar la economía del mundo con la posesión de los recursos, controlar y controlar. O, si por el contrario, lo que buscas en este libro es una enseñanza para tu vida, la única que podrás hallar es que cada problema que enfrentas es una guerra, y que de tus capacidades, decisiones y equilibrio mental, dependerá la resolución de cada uno de ellos. Cada uno combate una guerra interna, por lo que aprendiendo a analizar a nuestros enemigos secretos, posiblemente podremos encontrar estrategias que nos volverán vencedores de cada batalla que debamos luchar.
No puedo negar que cuando recién finalicé quedé completamente insatisfecho, sentí que me había equivocado de lectura, y que este libro no servía para nada: Y en partes es verdad. Naturalmente las expectativas han jugado en mi contra porque siendo completamente honesto esperaba otro tipo de libro. Yo esperaba un libro más interesante, con algo de historia, no sé quizás algún personaje, pero mi falta de investigación sobre este libro me llevó a la completa frustración por lo que es realmente esta obra. El arte de la guerra no se debe leer con el objetivo de buscar una historia en sí —como cualquier otro libro— sino se debe hacer con cero expectativas, sin un objetivo claro, y comprendiendo que esto solo es un texto antiguo, que por arte de magia no desapareció con el paso del tiempo. No es un libro indispensable de leer, es más como un recuerdo de la humanidad, del patrimonio que nuestra raza ha venido dejando con el paso de las generaciones. ¿Recomiendo el libro? A pesar de las mencionadas posibles utilidades de este libro en la actualidad, la verdad no lo recomiendo. Si quieres aprender sobre la guerra, posiblemente hay cien fuentes de información más útiles actualmente, que este pequeño texto antiguo. Mi calificación de dos estrellas refleja justamente lo que he vivido: Una obra que no me ha gustado, pero que en el pasado fue importante; ya no lo es, pero sí lo fue. En la actualidad solo es un recuerdo, una prueba más de nuestra historia, nada más que ello. Libro no recomendado.