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¿Es acaso Medea la segunda tragedia griega que leo y ya la considero mi favorita sin haber leído todo lo que me falta? Pues sí. Así es. ¿Es eso posible? A lo mejor no. Tal vez me estoy adelantando a los acontecimientos habiendo tantas tragedias todavía por leer pero no me importa porque Eurípides ha hecho una a la altura de lo que a mí me gusta encontrar en las letras: personajes femeninos que no están solo como decoración.
Me encantó multiplicado al mil como una mujer es capaz de llegar hasta lo más oscuro de su propia naturaleza para conseguir vengarse de la traición que ha recibido. Me recontrafascinó como hace uso de su inteligencia y el poder de manipulación para lograr su anhelado objetivo; que es bastante retorcido. Medea es una auténtica villana que no solo se rebela contra Jasón por haberla utilizado sino que lo hace también con la misma sociedad (a pesar de vivir oprimida) que lo único que espera de ella es que esta cumpla con ciertos roles que le han sido asignados por ser mujer.
Sencillamente estas son las lecturas que para su época me gusta siempre encontrar. ¡Una verdadera maravilla! Medea es inteligente hasta el punto de utilizar su "debilidad" (ser mujer) para lograr su maquiavélico fin; que es demasiado despiadado y a mí me parece el culmen de la venganza dentro de toda la literatura que he leído.
Me encantó multiplicado al mil como una mujer es capaz de llegar hasta lo más oscuro de su propia naturaleza para conseguir vengarse de la traición que ha recibido. Me recontrafascinó como hace uso de su inteligencia y el poder de manipulación para lograr su anhelado objetivo; que es bastante retorcido. Medea es una auténtica villana que no solo se rebela contra Jasón por haberla utilizado sino que lo hace también con la misma sociedad (a pesar de vivir oprimida) que lo único que espera de ella es que esta cumpla con ciertos roles que le han sido asignados por ser mujer.
Sencillamente estas son las lecturas que para su época me gusta siempre encontrar. ¡Una verdadera maravilla! Medea es inteligente hasta el punto de utilizar su "debilidad" (ser mujer) para lograr su maquiavélico fin; que es demasiado despiadado y a mí me parece el culmen de la venganza dentro de toda la literatura que he leído.