Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Sin embargo, afortunadamente, hay grandes excepciones y ésta es una de ellas. Pureza de Sangre es una extraordinaria segunda visita al mundo del Capitán Alatriste. Aunque la historia es un poco más acotada en comparación con la primera, el toque de intriga, estrategias ocultas, lances frustrados y vistazos breves a lo que vendrá más adelante hacen de esta entrega una lectura ágil y extremadamente entretenida.
Puntos extra, como siempre, al magnífico retrato de época que logra Pérez-Reverte. En especial, en este capítulo tan dedicado a la oscura Santa Inquisición. Se logra transmitir de manera magistral la atmósfera y el ambiente de aquel tiempo histórico. Me gusta estar en este mundo creado por Pérez-Reverte, donde se pueden sentir las emociones y las tensiones de los personajes en medio de una historia que combina acción, intriga y un profundo conocimiento de la época.