Acierta retrospectivamente en lo que se refiere a la revolución cubana y la victoria guerrillera sobre la dictadura de Batista. Esta fue una importante etapa en la historia de Cuba, marcada por la lucha y la determinación de sus líderes y pueblo. Sin embargo, parece que tuvo menos acierto en sus previsiones sobre las décadas posteriores y sobre la revolución en el resto del mundo.
Por desgracia, hoy en día, la situación es muy diferente. La única revolución posible, es decir, tangible, ha sido la del Estado Islámico o Daesh. Esta organización ha causado gran destrucción y sufrimiento en muchas partes del mundo, y ha amenazado la paz y la seguridad internacional. Pero no debe ser considerada una revolución en el sentido positivo, sino más bien un movimiento extremista y terrorista.
Es importante recordar que la revolución debe ser un proceso positivo que busque el bienestar y la justicia social de los pueblos. No debe ser usada como una excusa para la violencia y la destrucción. Esperemos que en el futuro, se puedan lograr revoluciones verdaderamente positivas que marquen un cambio positivo en el mundo.