Veinte años después de salir huir de Somalia para que sí padre no la casase por unos camellos, y tras triunfar en las pasarelas de todo el mundo, Waris decide volver al desierto para saber de su familia. Allí, nos narra en primera persona el gran contraste cultural entre occidente y las tribus somalíes y nos hace tomar conciencia de los grandes problemas que se viven en ese rincón del mundo y ante las que el mundo parece estar ciego. Muy recomendable.