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Relectura de lujo. Me ha gustado más que la primera vez que la leí.
Dice la sinopsis:
El escritor Ben Mears vuelve a Jerusalem’s Lot, el pueblo en el que pasó algunos de los mejores años de su infancia, para enfrentarse a los fantasmas de su pasado, que tienen que ver con la casa de los Marsten. Su propósito es escribir una nueva novela que le ayude a exorcizar los miedos infantiles, pero alguien más ha llegado al mismo tiempo a Salem’s Lot, un ser perverso y siniestro.
Mis impresiones
King publicó este libro en 1975. Fue el segundo que puso a la venta. Esta edición, Salem’s Lot, Ilustrated Edition, 2005, incluye el original publicado en 1975, dos relatos con el telón de fondo de Salem’s Lot, "Una para el camino" y "Jerusalem's Lot", así como varias ilustraciones en blanco y negro y las escenas que en su día fueron eliminadas por la editorial. Muy interesante la nota del autor, un imperdible.
¿Y si un vampiro, al estilo del conde Drácula, recalase no en la Inglaterra victoriana, sino en el siglo XX en un pueblecito de Maine? Esa es la idea que Tabitha King sembró en la mente de su marido. El resultado, este libro.
Muy bien escrito, está dividido en tres partes. En la primera, King se toma su tiempo para presentarnos el pueblo de Salem's Lot y a los personajes. Unos habitantes con vidas corrientes en un pueblo como tantos otros de la costa de Nueva Inglaterra, con su casa de huéspedes, su biblioteca, su inmobiliaria, su restaurante, etc. Por tener, tiene hasta la inevitable casa encantada, la casa de los Marsten, solo que en esta ocasión, lo que allí habita es algo verdaderamente siniestro.
A la par de esta puesta en contexto, los hechos comienzan a sucederse. A partir de ahí la trama se agiliza. En mi caso, un no parar de leer.
Si la ambientación es buena, no lo es menos la documentación. King suele decir, que emplea cuatro horas del día en leer, horas que son impresdindibles si lo que se pretende es escribir. En su caso, desde luego, se nota el bagaje cultural que tiene y pone en juego.
No es un libro de terror que aterre (y valga la redundancia), al lector. No da miedo, entendido este en el sentido estricto de la palabra. Sin embargo, la atmósfera que crea es opresiva, genera tensión y tiene escenas bastante duras.
Los personajes muy bien construidos, tanto los protagonistas como los secundarios. Ben y Mark, los más destacables. Matt, el doctor Cody y el padre Callahan, no les van a la zaga.
El final adecuado. Los finales no son lo que mejor se le da a King, pero este no desmerece. No es un final en blanco y negro, quizá por ello me haya convencido más.
En conclusión. Una novela de los inicios de King bien construida y desarrollada. La prosa, la trama y los personajes impecables. Ya uno de sus clásicos. Recomendable.
Dice la sinopsis:
El escritor Ben Mears vuelve a Jerusalem’s Lot, el pueblo en el que pasó algunos de los mejores años de su infancia, para enfrentarse a los fantasmas de su pasado, que tienen que ver con la casa de los Marsten. Su propósito es escribir una nueva novela que le ayude a exorcizar los miedos infantiles, pero alguien más ha llegado al mismo tiempo a Salem’s Lot, un ser perverso y siniestro.
Mis impresiones
King publicó este libro en 1975. Fue el segundo que puso a la venta. Esta edición, Salem’s Lot, Ilustrated Edition, 2005, incluye el original publicado en 1975, dos relatos con el telón de fondo de Salem’s Lot, "Una para el camino" y "Jerusalem's Lot", así como varias ilustraciones en blanco y negro y las escenas que en su día fueron eliminadas por la editorial. Muy interesante la nota del autor, un imperdible.
¿Y si un vampiro, al estilo del conde Drácula, recalase no en la Inglaterra victoriana, sino en el siglo XX en un pueblecito de Maine? Esa es la idea que Tabitha King sembró en la mente de su marido. El resultado, este libro.
Muy bien escrito, está dividido en tres partes. En la primera, King se toma su tiempo para presentarnos el pueblo de Salem's Lot y a los personajes. Unos habitantes con vidas corrientes en un pueblo como tantos otros de la costa de Nueva Inglaterra, con su casa de huéspedes, su biblioteca, su inmobiliaria, su restaurante, etc. Por tener, tiene hasta la inevitable casa encantada, la casa de los Marsten, solo que en esta ocasión, lo que allí habita es algo verdaderamente siniestro.
A la par de esta puesta en contexto, los hechos comienzan a sucederse. A partir de ahí la trama se agiliza. En mi caso, un no parar de leer.
Si la ambientación es buena, no lo es menos la documentación. King suele decir, que emplea cuatro horas del día en leer, horas que son impresdindibles si lo que se pretende es escribir. En su caso, desde luego, se nota el bagaje cultural que tiene y pone en juego.
No es un libro de terror que aterre (y valga la redundancia), al lector. No da miedo, entendido este en el sentido estricto de la palabra. Sin embargo, la atmósfera que crea es opresiva, genera tensión y tiene escenas bastante duras.
Los personajes muy bien construidos, tanto los protagonistas como los secundarios. Ben y Mark, los más destacables. Matt, el doctor Cody y el padre Callahan, no les van a la zaga.
El final adecuado. Los finales no son lo que mejor se le da a King, pero este no desmerece. No es un final en blanco y negro, quizá por ello me haya convencido más.
En conclusión. Una novela de los inicios de King bien construida y desarrollada. La prosa, la trama y los personajes impecables. Ya uno de sus clásicos. Recomendable.