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Esta es la primera novela corta que leo de Sherlock Holmes y la verdad es que no tenía ni idea de con qué me iba encontrar porque la única referencia que tengo de Sherlock Holmes es la serie en la que aparece Benedict Cumberbatch. Además, tenía ciertas reservas porque no soy muy buena con los clásicos y demás.
Sin embargo, a pesar de que esto es un clásico, siento que está escrito de una manera mucho más entendible y amigable con el lector. De hecho, me gustó mucho toda la primera parte de Study in Scarlet, cuando descubren el asesinato, cuando Sherlock hace sus deducciones y conoce a Watson. Todas estas cosas me parecieron súper interesantes. De hecho, a pesar de que Sherlock puede parecer un personaje muy prepotente y muy alejado de los humanos mundanos y normales, a mí me cayó súper bien.
Por otra parte creo que Watson es increíble. Me encanta cómo se sorprende ante todo lo que hace Sherlock. Y es que, a pesar de que Sherlock es un tipo raro, crea como una muy, muy buena amistad con él.
Lo que me aburrió muchísimo fue la segunda parte de esta novela corta, que es cuando nos devolvemos como al Viejo Oeste, o yo qué sé, y seguimos a unos tipos que están haciendo como un asentamiento. Y sí, eventualmente nos damos cuenta de que todo este contexto del pasado, a pesar de lo largo, tiene que ver con el crimen que se cometió. Pero la verdad es que esa segunda parte de la novela se me hizo insufrible y solo pude volver a conectarme con la historia cuando volvieron al presente y Watson siguió narrando todo lo que sucedió.
Sin embargo, a pesar de que esto es un clásico, siento que está escrito de una manera mucho más entendible y amigable con el lector. De hecho, me gustó mucho toda la primera parte de Study in Scarlet, cuando descubren el asesinato, cuando Sherlock hace sus deducciones y conoce a Watson. Todas estas cosas me parecieron súper interesantes. De hecho, a pesar de que Sherlock puede parecer un personaje muy prepotente y muy alejado de los humanos mundanos y normales, a mí me cayó súper bien.
Por otra parte creo que Watson es increíble. Me encanta cómo se sorprende ante todo lo que hace Sherlock. Y es que, a pesar de que Sherlock es un tipo raro, crea como una muy, muy buena amistad con él.
Lo que me aburrió muchísimo fue la segunda parte de esta novela corta, que es cuando nos devolvemos como al Viejo Oeste, o yo qué sé, y seguimos a unos tipos que están haciendo como un asentamiento. Y sí, eventualmente nos damos cuenta de que todo este contexto del pasado, a pesar de lo largo, tiene que ver con el crimen que se cometió. Pero la verdad es que esa segunda parte de la novela se me hizo insufrible y solo pude volver a conectarme con la historia cuando volvieron al presente y Watson siguió narrando todo lo que sucedió.