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Lo siento, pero no. Reconozco que lo he terminado para poder hablar con propiedad y porque soy incapaz de abandonar un libro, pero si lo hubiese sabido, no habría gastado ni el dinero, ni el tiempo.
Empecemos por los puntos positivos: el metaverso, la idea de la torre de Babel, la sociedad anarquista-mafiosa que plantea y Fido, la criatura rata, totalmente desaprovechada. Con este planteamiento uno suspende su incredulidad y se mete en ese submundo de pizzas y katanas. La historia no tiene ni pies ni cabeza, nada es consecuencia de nada. Los mismos personajes de cartón-piedra que reparten pizzas son supermanes que conducen motos a 16.000 km/hora, derriban submarinos atómicos y hackean lo que no está escrito. Así que claro, la incredulidad retorna. Vale, se dice uno, no me creo nada, pero es divertido como unos dibujos animados. El problema es que semejante refrito de imágenes ni siquiera funciona así. El autor mete tropecientas páginas de wikipoedia sobre los sumerios y el código de Hammurabi ¿para justificar qué?
No es mi primera novela de ciencia ficción (habré leído cerca de 200), ni mi primer cyberpunk. Ni siquiera es mi primer libro del autor (al que había etiquetado -probablemente de manera injusta- como poco interesante y tendente a alargar las historias con un exceso de páginas). No sé. Quizá puedan hacer un video juego delirante de semejante truño, pero una novela, lo siento, pero no.
Empecemos por los puntos positivos: el metaverso, la idea de la torre de Babel, la sociedad anarquista-mafiosa que plantea y Fido, la criatura rata, totalmente desaprovechada. Con este planteamiento uno suspende su incredulidad y se mete en ese submundo de pizzas y katanas. La historia no tiene ni pies ni cabeza, nada es consecuencia de nada. Los mismos personajes de cartón-piedra que reparten pizzas son supermanes que conducen motos a 16.000 km/hora, derriban submarinos atómicos y hackean lo que no está escrito. Así que claro, la incredulidad retorna. Vale, se dice uno, no me creo nada, pero es divertido como unos dibujos animados. El problema es que semejante refrito de imágenes ni siquiera funciona así. El autor mete tropecientas páginas de wikipoedia sobre los sumerios y el código de Hammurabi ¿para justificar qué?
No es mi primera novela de ciencia ficción (habré leído cerca de 200), ni mi primer cyberpunk. Ni siquiera es mi primer libro del autor (al que había etiquetado -probablemente de manera injusta- como poco interesante y tendente a alargar las historias con un exceso de páginas). No sé. Quizá puedan hacer un video juego delirante de semejante truño, pero una novela, lo siento, pero no.