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Jessica Hagedorn escribe muy bien. Excelentemente, incluso a un nivel de 4,5 o 5 estrellas. Resulta sorprendente la cantidad de estilos, registros, vocabularios y planteamientos que es capaz de manejar con soltura y gracia, en ese sentido no hay nada que reprochar. También es destacable lo bien que diseña personajes y como les dota de una voz propia en la historia desde el minuto uno. Sin embargo, "Comeperros" en todo momento me ha dado la impresión de que, más que ser una obra única, se hubiera tratado de los capítulos supervivientes de una saga perdida en algún incendio lamentable, con los que algún alma generosa ha creado una suerte de Silmarillion filipino, con historias y personajes desdibujados aquí y allá, saltando adelante y atrás en el tiempo, siendo tremendamente difícil para mí ordenar las tramas en mi cabeza o sencillamente recordar de qué personaje estaban hablando. He cerrado el libro sin que me quede claro la relación que podía haber entre muchos, si es que la había. Y todo ello ha causado que lo que podría haber sido una grata lectura, o incluso más que eso, se haya convertido en una tarea tediosa, excesivamente exigente, que no he podido disfrutar.
Le doy el aprobado por lo primero que he dicho: Hagedon escribe muy bien, y cada trama, por su cuenta, hasta podría brillar. Pero en su conjunto, este libro es un cóctel hecho sin ningún criterio a la hora de escoger los ingredientes. Posiblemente le dé otra oportunidad a la autora, pero no puedo recomendar este libro en conciencia.
Le doy el aprobado por lo primero que he dicho: Hagedon escribe muy bien, y cada trama, por su cuenta, hasta podría brillar. Pero en su conjunto, este libro es un cóctel hecho sin ningún criterio a la hora de escoger los ingredientes. Posiblemente le dé otra oportunidad a la autora, pero no puedo recomendar este libro en conciencia.