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Muy buena historia. El estilo de la narración es perfecto. Me atrapó por completo. Sólo soltaba el libro cuando tenía que dedicarme al trabajo. Lo leí pausadamente, proyectando en mi mente las imágenes tan nítidas que describe el autor. Para el momento en que fue publicado (1898), un libro como este tiene un tono de premonición. No por la posibilidad de una invasión extraterrestre (que nunca hay que descartar), sino por lo que se esconde en el fondo: la inminencia de la guerra, la catástrofe, la muerte... En varios puntos el autor, más que hablar de la invasión como una cosa singular que se produjo por culpa de los marcianos, se refiere a lo sucedido como resultado de la «enfermedad de la guerra», que nos afecta a todos los seres humanos y también a los demás seres del universo, seguramente. Ahora entiendo el sentido del título. Pudo llamarse de mil formas diferentes que enfatizaran más el tema de la invasión extraterrestre, pero el autor escogió a propósito la palabra «guerra». Esta es la verdadera protagonista. Deja reflexiones muy importantes sobre su efecto en la naturaleza humana.