...
Show More
Descubrí a Bill Bryson en un viaje a Inglaterra, hace ya muchos años. Pregunté por él a la vendedora, y me comentó maravillas del escritor. Lo compré, lo leí, y me gustó mucho. Se trataba de “Notes from a small island”. Desde entonces he seguido sus libros con bastante asiduidad, y lo considero un escritor genial y divertido a partes iguales.
En “Neither here nor there” nos recrea un viaje en plan mochilero que realizó por Europa en la década de los setenta, empezando por Noruega y acabando en Estambul. La verdad es que no tiene desperdicio. Algunos pasajes son auténticamente hilarantes, otros contienen reflexiones ridiculizantes de algunos colectivos que se ha ido encontrando, todo servido con unas dosis de humor muy británico. Pero, ¡no confundir con una especie de guía de viaje! Bryson no suele dar grandes descripciones de los lugares que ha visitado, ni te servirá para que no te pierdas en cualquier gran ciudad europea. De hecho, él suele hacerlo a menudo, (perderse), a veces con consecuencias nefastas. No, se trata de una divertida narración de anécdotas, salpicadas con un poco de su mala leche habitual en este tipo de narraciones. ¡No busquéis tampoco datos culturales en este libro, tampoco los vais a encontrar! Yo, que he procurado viajar por Europa con asiduidad, coincido plenamente con muchas de sus reflexiones, incluso las no políticamente correctas, que de esas tiene unas cuantas.
¡Lástima que en ese viaje no llegara hasta España! ¡Me hubiera gustado reírme a gusto con sus disparates! Divertida y recomendable lectura. No la colocaría entre las mejores obras de Bryson, porque las tiene mejores, sin duda, pero he pasado un buen rato con ella.
En “Neither here nor there” nos recrea un viaje en plan mochilero que realizó por Europa en la década de los setenta, empezando por Noruega y acabando en Estambul. La verdad es que no tiene desperdicio. Algunos pasajes son auténticamente hilarantes, otros contienen reflexiones ridiculizantes de algunos colectivos que se ha ido encontrando, todo servido con unas dosis de humor muy británico. Pero, ¡no confundir con una especie de guía de viaje! Bryson no suele dar grandes descripciones de los lugares que ha visitado, ni te servirá para que no te pierdas en cualquier gran ciudad europea. De hecho, él suele hacerlo a menudo, (perderse), a veces con consecuencias nefastas. No, se trata de una divertida narración de anécdotas, salpicadas con un poco de su mala leche habitual en este tipo de narraciones. ¡No busquéis tampoco datos culturales en este libro, tampoco los vais a encontrar! Yo, que he procurado viajar por Europa con asiduidad, coincido plenamente con muchas de sus reflexiones, incluso las no políticamente correctas, que de esas tiene unas cuantas.
¡Lástima que en ese viaje no llegara hasta España! ¡Me hubiera gustado reírme a gusto con sus disparates! Divertida y recomendable lectura. No la colocaría entre las mejores obras de Bryson, porque las tiene mejores, sin duda, pero he pasado un buen rato con ella.