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Mal de altura
Libro sobre una ascensión al monte Everest en 1996 que acabó en tragedia. El mismo autor participó en ella y fue un testigo directo de lo ocurrido.
Desde que en 1953 se coronó por fin la cima más alta de la tierra, las expediciones para repetir la gesta no pararon hasta que la ruta a seguir hacia lo alto se convirtió en un camino muy concurrido con gran número de éxitos pero también de muertes.
En los años 90 viendo que la ruta de la ascensión estaba bastante controlada aparecieron empresas que ofrecían guías profesionales para ayudar a subir a aficionados a la montaña que de otra forma no tendrían posibilidad de hacerlo.
Las condiciones para acceder a este grupo selecto eran económicas, había que pagar una buena suma y tener una condición física óptima para no suponer una carga para el guía y un peligro para los demás.
El autor de este libro, Jon Krakauer, periodista y alpinista, fue invitado a la expedición de 1996 por dos de las compañías que hacían este servicio. Su misión era hacer un reportaje sobre la creciente explotación comercial del Everest.
Haciendo "cola" en la ascensión del Everest
Los guías y equipos que formaban las expediciones estaban llenos de experiencia en subir cotas de ocho miles con varias veces el Everest.
¿Qué podía salir mal con esta gente tan profesional? Pues una mezcla de exceso de confianza y la meteorología que puede volverse en contra.
Krakauer escribió este libro el mismo año, a los pocos meses de la tragedia que ya había dado la vuelta al mundo. Tenía necesidad de contar lo que había pasado, su propio calvario y el de los demás, con los que tuvo conversaciones para reconstruir lo ocurrido.
No exento de polémica como bien explica él mismo y aclara al final. En La huida del infierno en que se convirtió la montaña lo más importante era la lucha por la supervivencia de cada uno.
No es exactamente una novela, pero se lee como tal. Krakauer, tras presentar a los integrantes de las expediciones con los que llegó a tener muy buena relación, narra la historia como una gran aventura con gran dosis de suspense cuando llega el momento crítico. Para meterse de lleno en este suspense es mejor no leer el principio del libro porque el autor cuenta el final de la aventura en las primeras páginas.
Hay que tener en cuenta que lo que ocurrió en este fatal viaje en su momento era muy conocido y no sorprendía a nadie.
Al leerlo tantos años después sin saber lo que pasó se convierte en una novela de aventuras con un suspense que sorprende por ciertos giros de los acontecimientos.
Libro sobre una ascensión al monte Everest en 1996 que acabó en tragedia. El mismo autor participó en ella y fue un testigo directo de lo ocurrido.
Desde que en 1953 se coronó por fin la cima más alta de la tierra, las expediciones para repetir la gesta no pararon hasta que la ruta a seguir hacia lo alto se convirtió en un camino muy concurrido con gran número de éxitos pero también de muertes.
En los años 90 viendo que la ruta de la ascensión estaba bastante controlada aparecieron empresas que ofrecían guías profesionales para ayudar a subir a aficionados a la montaña que de otra forma no tendrían posibilidad de hacerlo.
Las condiciones para acceder a este grupo selecto eran económicas, había que pagar una buena suma y tener una condición física óptima para no suponer una carga para el guía y un peligro para los demás.
El autor de este libro, Jon Krakauer, periodista y alpinista, fue invitado a la expedición de 1996 por dos de las compañías que hacían este servicio. Su misión era hacer un reportaje sobre la creciente explotación comercial del Everest.
Haciendo "cola" en la ascensión del Everest
Los guías y equipos que formaban las expediciones estaban llenos de experiencia en subir cotas de ocho miles con varias veces el Everest.
¿Qué podía salir mal con esta gente tan profesional? Pues una mezcla de exceso de confianza y la meteorología que puede volverse en contra.
Krakauer escribió este libro el mismo año, a los pocos meses de la tragedia que ya había dado la vuelta al mundo. Tenía necesidad de contar lo que había pasado, su propio calvario y el de los demás, con los que tuvo conversaciones para reconstruir lo ocurrido.
No exento de polémica como bien explica él mismo y aclara al final. En La huida del infierno en que se convirtió la montaña lo más importante era la lucha por la supervivencia de cada uno.
No es exactamente una novela, pero se lee como tal. Krakauer, tras presentar a los integrantes de las expediciones con los que llegó a tener muy buena relación, narra la historia como una gran aventura con gran dosis de suspense cuando llega el momento crítico. Para meterse de lleno en este suspense es mejor no leer el principio del libro porque el autor cuenta el final de la aventura en las primeras páginas.
Hay que tener en cuenta que lo que ocurrió en este fatal viaje en su momento era muy conocido y no sorprendía a nadie.
Al leerlo tantos años después sin saber lo que pasó se convierte en una novela de aventuras con un suspense que sorprende por ciertos giros de los acontecimientos.