Escribir un libro de (bastantes) más de 1000 páginas que enganche no debe ser nada fácil. Y más, si el tema es la historia de la Yugoslavia de entreguerras, un país que, al fin y al cabo, falló como tal y anda ahora maltrecho dividido en 6 otros países y uno que, dependiendo de dónde andes, es un país o no. Y específicamente andando por España, que no lo ha renocido (sí, es un WTF), pues eso, sólo 6 países.
Pero Rebecca West es una gran escritora. Con una narración aparentemente intrascendente, de pequeños encuentros y desencuentros, personajes arquetípicos o pintorescos, acaba narrando una historia de, sobre todo, Serbia, y la influencia que ha tenido prácticamente en todo el devenir de occidente, pero sobre todo en las propias actitudes de los yugoslavos (y ahora ex-yugoslavos) ante la historia.
Aunque es un libro de viajes, no es un complemento a una guía turística. Para empezar, porque los grandes monumentos importan relativamente poco. Ciudades como Trebinje que apenas recibirán un párrafo en una guía turística editada por el patronato comarcal, aquí reciben todo un capítulo, y a veces varios. Porque Rebecca logra elevar una conversación, un traje o un momento a un destilado de la historia, y con eso consigue transmitirte la pasión por la vida de la buena gente de Serbia.
En este libro, es Serbia contra el populismo y la tiranía. En realidad, el resto de los países yugoslavos tienen relativamente poca importancia. Eslovenia apenas aparece y de Croacia no dice mucho. Tiranía de los diferentes imperios, desde Venecia hasta los otomanos, que han controlado diferentes ahora países (lo que explica, en realidad, su diferente carácter e identidad), y de las potencias emergentes en la época en que se escribía el libro, Alemania e Italia.
En realidad, la situación en la que se halla un país parte de ahí, pero luego tiene una buena cantidad de gobernantes propios absolutamente necios, y poco patriotas, que acaban también llevando al país a la ruina. Pero también hay gobernantes, que, como en el poema del que se extrae el título del libro, prefieren sacrificarse en la derrota y así vivir para siempre a poner las condiciones para una victoria y así simplemente ser recordados una generación o dos.
En resumen, un tocho al que hay que dedicarle una buena serie de sesiones de lectura, pero que merece la pena leer si te gusta un poco la historia.